Dos de Mayo

Hoy se cumple el bicentenario de la sublevación del pueblo de Madrid contra su opresor. Una fiesta demasiado politizada y manipulada al antojo de según qué gobernantes, tanto en la dictadura como ahora que vivimos en democracia. Todos y cada uno de estos líderes políticos, elegidos por el pueblo o no, han hecho una mala interpretación de de lo que sucedió aquel dos de mayo de 1808, cuando las vecinos y vecinas de Madrid lucharon contra los franceses, cuando el pueblo llano tomó las armas, defendiendo lo qué era suyo en contra del invasor. Mucha gente falleció y sus nombres pasaron a la posteridad y el nomenclator de los pueblos o ciudades, pero también muchos ciudadanos y ciudadanas anónimos y anónimas perdieron la vida por defender sus ideas, su forma de vida. Junto a los militares lucharon presos, prostitutas, carniceros, mendigos y todo aquél que pudo empuñar algo con lo qué defenderse. Eso es lo qué hace grande a un pueblo, su unión, algo que se está olvidando en esta sociedad individualista y consumista, heredera del american way life.