Un país en la billetera

A modo de homenaje al Gran Maestro Jose Antonio Labordeta, titulo en el día de hoy. Ahíto de corruptos, corrupciones, corruptelas, chorizos mangantes y toda esa bazofia carente de honradez y escrúpulos, me paro a pensar qué ha pasado con España. Al margen de ideario político, militancias o posición social, aquí se ha robado sin parangón, como si el mañana no existiese. Se ha robado y se sigue robando, porque cada día se descubren nuevos escándalos que parecen no ir con aquellos que controlan el cotarro y sus dueños. Con la excusa de que el dinero público era un pozo sin fondo, todo el que podía pillar y carecía de ética honradez y escrúpulos metía la mano sin control. Hasta que dejaron el país en la más mísera ruina, exigiendo al pueblo que pague lo que otros se llevaron. ¿Por qué no han acabado toda esta panda de malandrines condenados? Se celebran larguísimos juicios en Anticorrupción, y les indultan o se buscan las artimañas más rebuscadas para salir del paso indemnes, orgullosos de su falta de honradez. Hacen falta en España políticos a los que no les importe el poder y sí el bien general, pero dudo mucho que esto suceda, porque para todos ellos es más importante el sillón que acabar con los trapicheos y otros asuntos oscuros.