viernes, 30 de marzo de 2012
Una huelga sin sentido
Ayer no secundé la huelga general o política, según se mire, que convocaron los sindicatos mayoritarios para, según ellos, defender los derechos de los trabajadores ante la última reforma laboral del Partido Popular. Este paro general llega tarde, mal y carece de sentido porque se debería haber hecho cuando se empezó a destruir el empleo masivamente. Mientras los trabajadores eran víctimas de la incompetencia del anterior Presidente del Gobierno, los líderes sindicales estaban comiendo gambas, mariscadas y chupando culos y otros apéndices, importándoles poco o nada sus representados. Y es que es normal. Nadie que porte un rólex de oro, gane trescientos mil euros al año o contrate a través de empresas de trabajo temporal tiene interés alguno en el trabajador, por mucho que se las dé de sindicalista y levante el puño en alto al ritmo de La Internacional. Sólo tiene interés en seguir en la poltrona, viviendo de las subvenciones y el cuento. Dicen que van a recrudecer las protestas, pero a mí nadie me va a pagar el autónomo, ni las pérdidas ni mi sueldo, porque si yo no trabajo, yo no gano. Y tengo que comer todos los días, haya huelga o no. Aunque es cierto que los derechos de los trabajadores se han perdido, y eso clama al cielo, hablar de lucha ahora es un acto de cinismo carente de dignidad y vergüenza. Se debería haber hecho antes, cuando las personas empezaron a sufrir el desempleo en sus carnes, pero a nadie le ha importado ésto. Tan sólo querían mantener las subvenciones y seguir comiendo opíparamente marisco y otros manjares exquisitos a costa del contribuyente. Si a Toxo o Méndez les importase el empleo, dejarían de contratar de forma precaria a los trabajadores de sus sindicatos, renunciarían a sus indecentes sueldos astronómicos y demás lujos y vivirían con una retribución acorde. Mientras yo vea vestidos de Armani, Gaultier o Versace a los sindicalistas en mansiones de millones de euros o presumir de Rólex, me negaré a hacerle el juego a ninguna organización, porque no es de recibo que la gente pase hambre y a estos parásitos no les importe que sea así.
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Habla usted como si hubiera alternado con los mencionados sindicalistas, es decir, haber comido con ellos, ir de compras con ellos,haberse alojado en el mismo hotel que ellos, haberle preguntado la hora y mirarle el rolex que llevan y haber cobrado la nómina por ellos. No son santos de mi devoción, pero de eso a ponerlos como los pone creo que hay una diferencia sustancial, mire usted, los sindicatos son organizaciones que ya de por si están muy desprestigiadas y más hablando como usted lo hace, peor que peor, los obreros son trabajadores que necesitan una organización que defienda sus intereses frente a las empresas(que no siempre lo hacen de la mejor forma posible, es cierto) pero tambien los abogados tienen su sindicato(colegio oficial de abogados) y así los veterinarios y los medicos y los artistas, vease la SGAE por ejemplo. Voy a dejar de leer su blog, por que no lleva nada más que veneno. USTED ES UN SANTO.
ResponderEliminarEstimado don Jesús:
ResponderEliminarDesde que empecé a escribir, contraje una deuda para con mis lectores, que no es otra que atenderlos y escuchar sus comentarios, ya sean favorables, o como es su caso, contrarios. Lamento profundamente que deje de seguirme y sus palabras exentas y carentes de respeto hacia mi persona, pero es su decisión, y no voy a interferir en ella, ya que es la única libertad de la que goza plenamente el ser humano. Si alguna vez decide volver, será un placer volver a recibirle. Las puertas de este blog están abiertas para todo el mundo.