Sobre política, verdad y el derecho a mentir

Habrás notado, querido lector, querida lectora, que había pasado mucho tiempo sin que me parase a reflexionar o analizar la actualidad política y las incompetencias que según qué representantes suelen hacer a diario, en más de una ocasión, metiendo la pata por sólo pensar en mantenerse en el poder. Y es que escribir a diario sobre la mediocridad y el egoísmo, sobre la corrupción, corruptelas y la falta de respeto al resto de la sociedad civil o no, es una tarea harto agotadora, que requiere demasiada energía y tiempo. Con esto no quiero decir que deje de opinar sobre la actualidad política, pues voy a seguir haciéndolo, si bien no con tanta frecuencia, aunque esta élite no se lo merezca, ya que no soy lacayo, siervo o súbdito de nadie, y sólo tengo que dar cuentas de mis pensamientos a mi conciencia, la cual está muy tranquila hoy por hoy. Estoy dando prioridad a otros temas más personales y de otra índole porque éste no es un blog político, sino un rincón donde meditar en voz alta, donde expresarme libremente, por fortuna o por desgracia, pues cada vez creo menos en la Libertad de Expresión y más en la libertad de aplaudir y lamer culos, ya que nadie quiere escuchar la Verdad, y en más de una ocasión, la mentira y su apologista defensa se convierte en un legítimo derecho que la gente, y no las personas ve bien. Este es el motivo por el cual no me apetece opinar sobre el caso Gürtel, la ineptitud del señor Rodríguez Zapatero y su equipo de desgobierno, o cualquier otro asunto de ese culebrón al que llamamos política, ya que hay asuntos que han de tener el protagonismo y la relevancia que merecen, pues son mucho más interesantes.