lunes, 12 de abril de 2010
Cuentos machistas
Leo, con estupor y asombro, que la ministra Bibiana Aído tacha a los cuentos tradicionales de machistas y cargados de estereotipos que denigran a la mujer por dar una visión sumisa de la misma, pues espera ser rescatada por el príncipe azul. Si bien mi primera reacción fue reírme presa de un ataque de risa, valga la redundancia y no darle mayor importancia por su proximidad a la ridiculez y la falta de cultura, así como el exceso de incultura, no dejé de tomarme en serio dichas palabras. Como si de una mala pesadilla se tratase, recordé la novela de George Orwell 1984, y uno de sus pasajes, donde la historia se manipulaba al antojo del Partido, bajo la atenta mirada del omnipresente Gran Hermano. Al igual que en la novela, desde el Gobierno se quieren moldear los hechos acontecidos a gusto del partido en el poder, en este caso el PSOE, a través de la Ley de la Memoria Histórica, por ejemplo, cuyo único interés consiste en no dejar que cicatricen las heridas que la guerra civil ocasionó, y dar por vencedor al bando republicano, como si eso fuese posible, ya que ambas partes perdieron una contienda que jamás debió haber comenzado. Pero como veo que me desvío del tema, regreso a lo que hoy nos atañe, retomo las opiniones de Aído, que demuestra, una vez más, como viene siendo habitual en ella, la poca idea que tiene de nada, puesto que ella sólo ve la realidad a través del prisma de la época actual, pensando que siempre se ha reflexionado como hoy en día, y que los logros conseguidos por la Mujer vienen regalados por la laica providencia, olvidando la lucha constante de miles de ellas, que dejaron sus vidas en el camino para conseguir los derechos ganados en un mundo de machos, regidores y apologistas de una sociedad falócrata y cómplice de los mismos.La señora ministra es incapaz de darse cuenta de todo lo luchado por hombres y mujeres para lograr la sociedad de bienestar, porque a ella sólo le importa desterrar y discriminar lo masculino y darle importancia a asuntos absurdos como los cuentos de hadas, que pretende censurar porque no son de su agrado. Me voy a permitir el atrevimiento y la osadía de recomendarle, doña Bibiana, que ocupe su tiempo en menesteres más provechosos, como fomentar la igualdad entre ambos sexos, sin revanchas hembristas ocasionadas por el machismo autoritario de antaño, puesto que se creó su Ministerio. Seguro estoy, que de no ser tan fanática y radical, se daría que su forma de actuar y decidir es idéntica a la que usaban aquellos que decidieron por votación que la mujer era poseedora de alma.
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Estoy de acuerdo contigo.El desgobierno de los capullos intenta como siempre distraer y desviar la atención de lo que realmente importa, primero fueron las cruces, ahora son los cuentos. Que se dejen ya esta socio-lista de cuentos chinos, lo que realmente hay que acabar es con el siempre alto paro femenino y la perenne discriminación laboral de la mujer en todos los ámbitos. Pero claro, ella gracias por ser tan socio-lista no sabe que realmente las mujeres lo pasamos peor con el creciente desempleo, que ya no basta con estudiar mucho y armarse de paciencia para encontrar un empleo, ejemplo: estudiar una carrera, fp, cursos, un master, opositar, patearse las calles echando cv o inscribirse diariamente ofertas de los portales web de empleo,etc todo esto es mucho más perjudicial para la autoestima de la mujer, su bienestar físico, mental y social. Ahora para desviar la atención intentan reescribir antiguos cuentos de hadas que pertenecen al folclore europeo, que se escribieron bajo un contexto histórico determinado y que a pesar de todos los estereotipos y prejuicios siguen teniendo la mayoría de ellos unos valores universales dignos que ningún socialista puede tener ni por asomo. Señora Ministra, deje su cómodo puesto político por unos días y pongáse en la piel de cualquier mujer desempleada gracias a su patrono ZParo la mayoría de las mujeres (u hombres)en España no tenemos trabajo, pero claro Ud. lo tiene asegurado y no va a morder la mano que le dá de comer, así que ataca los cuentos infantiles que no se pueden defender y así tiene su trabajo con que justificarse ante su jefeZp€, mientras las demás seguimos buscando un patrón como el suyo, nos consolamos leyendo viejos cuentos en que al menos hay final feliz después de tantas penurias.
ResponderEliminarSólo me queda aplaudirte, Anónimo...
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo en todas y cada una de las palabras que expresas. Creo que sé quién eres. Mañana te preguntaré.
Un fuerte beso.