Inspirado en una tradición real.
sábado, 31 de octubre de 2009
Reina Mora
Las leyendas y el saber popular cuentan que el Castillo de la Atalayuela y la Iglesia Mayor de Santa María la Blanca están comunicadas por un pasadizo subterráneo que todo el mundo quiere negar, y la Historia oficial sellar y silenciar. Dicen las viejas del Pueblo que en las Noches de Difuntos que hay Luna llena, una figura se pasea por los alrededores de la antigua fortaleza, por sus murallas, hoy viviendas. Esquiva, esta figura apenas se deja ver por la gente, pero se sabe que está allí, contemplando y vigilando atenta. La tradición narra que hace muchos años, tantos que nadie puede recordar, una Reina Mora visitaba el Castillo, de forma oculta, sin que nadie lo supiese o sospechase, pero ya se sabe que hay cosas que ya no se pueden guardar eternamente, y aquellos secretos viajes dejaron de serlo. Todo el mundo murmuraba quién era aquella bella mujer. Y un día sucedió. No volvió a saberse más de aquella Reina Mora. Nadie volvió a hablar de ella. Nadie volvió a saber de ella. Había desaparecido. Nadie sabe si para siempre, o si no pudo volver. El tiempo transcurrió lento e inexorable, y un día, alguien vio una figura femenina, etérea en la torre de la Atalayuela. Cuentan que era la aquella misteriosa mujer de la que nunca se supo su nombre....
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En Daroca hablan de algo parecido aunque un historia un poco más tétrica.
ResponderEliminarCuéntame esa leyenda, dezaragoza.
ResponderEliminarUn abrazo.