El peligro de la piratería

Leía ayer en una página web que Australia va a plantear registrar los reproductores de mp3, para ver si hay contenidos descargados de forma ilegal, pudiendo sancionar o encarcelar a los portadores de tales descargas. Medida extremadamente ridícula, pues hay cosas más importantes que controlar si la canción está descargada de forma legal o no. Yo tengo muchísima música en mis reproductores, algunas descargadas de forma legal por tener licencia copyleft o ser copias de seguridad de mis discos comprados en las tiendas, y otras regalos de la gente que quiero y me importa. Sinceramente, cada vez entiendo menos las normativas de seguridad de los aeropuertos. No entiendo por qué se han de revisar los objetos personales como el móvil o el ordenador, o descalzar a los pasajeros y pasajeras. No entiendo qué peligro puede tener una canción o su forma de ser transportada. Veo más peligro en la gente que trafica con sustancias tóxicas y peligrosas o armas, así como personas, pues eso sí resulta un peligro. Cada vez me resulta más difícil comprender este egoísmo al que nos inculcan las multinacionales de la música con tanto criminalizar las descargas. Ellos sí son los verdaderos ladrones, que sólo dan céntimos a los autores e intérpretes de los discos, mientras sacan pingües beneficios con los elevadísimos costes de los soportes.¿Ladrones? Sí. Pero no los usuarios y usuarias. Y ahora que cada cual saque su punto de vista.