Fútbol, pingüinos y toros

Hoy se ha rodeado el Congreso de los Diputados en Madrid. A través de Facebook he seguido las fotos que la gente iba colgando y las opiniones que iban versando. como soy un hombre objetivo al que le gusta estar informado, he tratado de escuchar qué decía la televisión sobre el tema, siendo mi sorpresa la ausencia de información, o en caso de ofrecerla, un boletín sesgado desde la Delegación del Gobierno, más falso que un billete de siete euros, porque nadie que vea las fotos se cree que había sólo seis mil personas. Como sucede en todas las dictaduras, la primera víctima es la Verdad. Y aquí no podía ser menos, por mucha democracia que nos quieran vender. Tengo sintonizadas más de cincuenta emisoras en mi TDT, y absolutamente nadie dice nada. Nos venden el partido del Sevilla contra la Champions, películas del Oeste, videntes de 806 y demás gilipolleces. Pero ¿dónde queda la información? Seguro estoy que tocada de refilón en las noticias de las tres de cualquier emisora. Vergüenza les debería dar robar el derecho a ser informados. No ha sido una manifestación de cuatro perroflautas. No. Ha sido el pueblo el que se ha levantado ante tanto abuso. De un lado y de otro. Hartos de ver cómo se han llevado su dinero, cómo les han robado la dignidad, las ilusiones, el sueldo, el trabajo, la presunción de inocencia y hasta la libertad. Y creo que eso se merece más que el ostracismo y la ignorancia a la que han condenado esta protesta tan importante en estos momentos de desesperanza.