Presentación de mi primera novela

El pasado viernes día 25 de mayo fue el día del Orgullo Friki, y normalmente suelo hablar sobre el frikismo. Sin embargo, fue el día elegido para la presentación de mi primera novela, Una extravagante historia de serie 'B'. Desde que comencé en este mundo de la Literatura, siempre había soñado con la publicación de un libro, algo que ha costado sangre, sudor y lágrimas.Podría hablar sobre la novela y repetir la conferencia de ayer, pero prefiero hablar de sensaciones, de emociones que me llegaron al alma y de recuerdos indelebles e imborrables. Comencé a ser escritor en un lejanísimo 1979, cuando tomé por primera vez en mi vida lápiz y papel. Sabía que mi vida estaba entre libros, porque las estrellas estaban muy lejos y tenía pánico a las alturas. Durante estos años he escrito sobre ciencia ficción, terror, autoayuda, amor, erotismo y hasta el género histórico, aunque sólo se hayan quedado en unas notas. Cuando supe que este camino en el mundo de las letras es una senda donde es imprescindible ser constante y sólo se logra a base de escribir, escribir y escribir, supe que esta debía ser mi vida. Yo no quería ser el hombre que ha plantado un árbol, tiene un niño y ha publicado un libro. No. Yo supe desde primera hora que yo debía publicar mi libro porque yo soy Escritor y no alguien que ve su volumen en letra impresa. Ayer sentí cosas preciosas en la presentación de Una extravagante historia de serie 'B'.
Recuerdo que le pedí a un buen amigo que presentase esta obra, éste declinó la oferta porque decía que yo debía verme apadrinado por un escritor de renombre. Nada me hacía pensar por aquel entonces que me uniría una fuerte y profunda amistad con Fernando Iwasaki o Pepe de la Rosa.Ayer experimenté qué significa firmar un libro y ver colas de personas esperando su turno, aunque debo reconocer que la firma que más ilusión me hizo estampar fue la del ejemplar del hijo de una amiga mía, de diez añitos, que comenzó a leer mientras yo hablaba y me prometió que dedicaría todos los días a una página. Debo reconocer que me siento honrado y afortunado por este instante.