martes, 6 de octubre de 2009

Llenando huecos


Celebro con gran emoción que la colección permanente del Museo del Prado haya decidido por fin incluir el arte del siglo XIX, relegado a un almacén por ser considerado durante la dictadura de Franco una moda baladí a la que no había que prestar mayor atención. Dicha muestra, está compuesta por más de tres mil obras, de las cuales sólo han sido seleccionadas 176 para ser mostradas en el Museo, y la otras formarán parte de préstamos, depósitos y otros menesteres. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme lo de siempre: ¿Por qué no se destinan mayores terrenos a la Cultura? ¿Por qué siempre se quedan pequeños los museos? Daría mi vida por visitar los almacenes de cualquier sala, repletos de obras desconocidas para el gran público, y que difícilmente verán la luz. Esos depósitos cargados de Arte son un tesoro de incalculable valor, tan sólo disfrutados por unos cuantos, lo cual no veo justo. Pero no es momento de quejarse, sino de festejar que las Artes tienen alguna representación más en Madrid, y eso es tan importante como la llegada del Guernika de Picasso a España, tras años de exilio. Me gustan estas decisiones, porque así se reparte y evita algo de pan y circo.

2 comentarios:

  1. Caramelos para calmar al personal. No mucho más, no mucho menos.

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  2. Pero bueno, por algo se empieza, dezaragoza, y eso es lo qué importa.
    Un abrazo.

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