sábado, 15 de agosto de 2009
El nacimiento de un mito
Decía Tolkien en El Señor de los Anillos que la Historia se convierte en Mito, y el Mito en Leyenda, y así ha sucedido al fallecer Harry Patch, el último superviviente de la Primera Guerra Mundial. A partir de ahora se podrá inventar, exagerar personajes o crear héroes, sin que nadie vivo pueda contrastar tales informaciones. No será difícil hacer míticas batallas o restar importancia a hechos que fueron vitales. Sólo el testimonio escrito, las primeras fotografías o primeras filmaciones cinematográficas darán fe de la barbarie de la guerra. Nadie podrá contarnos ya de primera mano, como testigo directo las pequeñas anécdotas, esas historias excluidas de los libros y la Historia, propiamente dicha, la que dictan los vencedores y redactan los vencidos. Sólo podremos encontrar testigos diferidos de la contienda, libros que se no se volverán a abrir, puesto que son las personas que murieron, recuerdos que serán olvidados o tergiversados por quienes los escucharon. Desde hace pocos días, la Primera Guerra Mundial se convirtió en Mito, y la Historia sólo reconocerá lo que sus pesados volúmenes contengan. Pero es ley de vida. Las personas somos efímeras, mas los hechos no, pues quedará el recuerdo, tergiversado o no, manipulado o conservado tal cual. Por eso es importante no olvidar, y recordar que en 1916 hubo una época en la que se libraba una gran guerra que destrozó todo un continente, Europa.
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Y no solo Europa que terminó de deshacer África, o lo que lo euopeos dejaban de ella. Y parte de Asia.
ResponderEliminar¿Qué haríamos sin tus aportes, amigo dezaragoza?
ResponderEliminarUn abrazo.