El asesinato de la Cultura

En tiempos difíciles, crisis, recesiones o atentados terroristas como yo suelo definir a esta situación que vivimos, los Gobiernos tienden a reducir gastos y partidas presupuestarias destinadas a los más dispares asuntos, siendo la Cultura uno de esos sitios que se ven afectados por dichas reducciones, como si ya no fuese suficientemente poco el dinero que la Cultura del Mundo recibe. A los gobernantes les da por recortar gastos, y meten mano ahí, sin importarles lo duro que es sacar un proyecto de este tipo adelante. Para ellos la Cultura es algo secundario, prescindible, ya que es un vehículo para la libertad, y eso no interesa, no les interesa, ya que desarrolla la inteligencia del pueblo, de la masa, y de esta forma son menos manipulables y fáciles de engañar. La clase política, sus dirigentes están empeñados en destruir toda manifestación cultural que no sean fiestas populares y celebraciones para amansar y amensar. Si ya de por sí es difícil lograr financiación privada para el desarrollo cultural, la obtención de ayudas públicas cada vez es más ínfima, y suele estar condicionada por la propaganda encubierta que se haga a quién gobierna. Por eso hablo de asesinato de la Cultura, porque nadie quiere ayudar a desarrollarla. Es más, quieren destruirla y no saben cómo lograrlo.