jueves, 16 de octubre de 2008

Expendedoras de cultura

Acabo de descubrir otra forma de comprar libros, que nada tienen que ver con las librerías, kioskos o centros comerciales: Las expendedoras. Esas máquinas en las cuales se vende absolutamente de todo. Si bien es normal y habitual encontrar un sitio donde comprar sándwiches, refrescos o alcohol, comprar un libro sin hablar con quién te lo vende me resulta de lo más extraño, aunque por otra parte, puede ser una buena idea, pues cualquier forma de fomentar la cultura es una manera de hacernos más libres. Espero que este tipo de iniciativas se mantengan muchísimo tiempo, y que no sea nada extraño poder disfrutar de la literatura a través del movimiento Bookcrossing, los libros del metro, las librerías, los kioskos, grandes almacenes. Celebro que por fin alguien piense en el resto, y no en esa Gran Masa manipulable e inculta, que parece dominarnos y mirar raro a quién es diferente, amén de proferir insultos sobre su persona por esa diferencia evidente y admirable, que nos hace únicos y únicas. Han llegado las máquinas expendedoras de cultura. Bienvenidas sean.

5 comentarios:

  1. Digo yo, que esta iniciativa se limitará a los libros más famosos, por que no creo que se pueda leer la sinopsis del libro desde la maquina no? Por cierto, aparte de en el cole cuando se llamaba empollones a los que siempre estaban estudiando, no creo que en ningún lado se mire ni mal, ni raro a nadie por leer un libro.

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  2. No hablaba de que te miren mal por leer un libro... Mucha gente lee sin ser culta... Hablo de recibir críticas por tener un nivel cultural más alto, valga la redundancia. Interesante tema a desarrollar en un futuro, mi querido Yarrick...

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  3. BIENVENIDAS!!!!!!!!
    A mí me parece bien. Para el metro por ejemplo...

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