Villa de Los Palacios y Villafranca, una oscura noche cualquiera, año 2008.
Pasan meses desde que a un científico loco se le ocurrió robar la luz del Sol con un invento sacado de una conocida serie de animación. Este hecho supuso que los vampiros despertasen y tomasen el pueblo, en una cruenta masacre que acabaría con los gobernantes del momento e instauraría un sistema feudal, donde los humanos serían ganado y carne de cultivo para los nuevos señores. Pronto empezaron a surgir clanes de vampiros y luchas internas, a cada cual más cruenta. La sangre corría en aquella noche eterna, cargada de un odio tan visceral y profundo que nadie recordaba cómo empezó. Él se llamaba Pepe Napia, taciturno y discreto, pertenecía a un clan llamado de los Espejos, cuya líder inspiraba un valor pocas veces narrado en los manuscritos y libros de Historia. A Pepe Napia no le gustaba llamar la atención. Su estilo de lucha era encarnizado y cruel, pues no consideraba la piedad hacia sus enemigos como una opción válida, ya que según el, el mejor enemigo era el que estaba muerto. Aquella noche se preparaban para la primera gran guerra de los vampiros. Y todos sabían su cometido....
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