Hace años que no publico ningún relato de Navidad, y este año tengo ganas de hacerlo... Dejadme compartir este texto que escribí antes del 2000, y que lo modifique al año actual...
A finales de 1999 el ambiente se volvió enrarecido, ya que el año 2000 llegaría en pocas horas, y la gente estaba preparándose para recibirlo, con una mezcla de miedo, ganas y esperanza por la venida del Nuevo Milenio. Recuerdo que a recoger a un amigo a su casa, para irnos de fiesta. La ocasión lo merecía, y mientras llegaba a mi destino, me detenía a mirar un escaparate, que me mostraba aquel omnipresente Efecto 2000, invasor de la moda, la música, la literatura... Los milenaristas repartían los folletos apocalípticos, que aún guardo, y que en su momento guardé en el bolsillo de aquella gabardina blanca que tiré años después. Reflexionaba sobre el pesimismo que nos lleva a pensar en lo peor. Ni le dí mayor importancia entonces, ni se la doy ahora, pues pensaba en una óptica más alegre y esperanzadora. Reflexionaba en lo harto que estaba de las últimas semanas, horas o días del milenio. Me preguntaba si no era más fácil y más bonito entender el Tercer Milenio como un comienzo esperanzador y lleno de vida: Hoy me sigue resultando irrisorio tanto catastrofismo, pese al profundo respeto que sentía por sus ideas.
Las Iglesias estaban repletas de gente, tanto en su interior, como en su exterior, rezando por la llegada del nuevo Mesías, mientras que al otro lado, la otra cara de la moneda, mostrada en una macrofiesta musical. Si a esto uníamos los satánicos aguardando la venida del Antricristo, el pastel estaba completo. Entre tanta gente, de ideas extremadamente opuestas, se respiraba un ambiente de cordialidad, tolerancia y respeto, que en otro momento hubiese sido una batalla campal, al tratar todos de imponer sus ideas, olvidando el Espíritu de la Navidad. Recuerdo cómo sonó el despertador, con la cancioncilla de los niños de San
Ildefonso, pues no era 31 de diciembre, sino el 22, día del sorteo de la Lotería de Navidad...
Lo que corresponde al final del relato no eran más que utopías que no se cumplieron, aún con la llegada del Nuevo Siglo y Milenio....
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