martes, 15 de octubre de 2024

Carta abierta a Yolanda Díaz Pérez, Vicepresidenta del Gobierno de España

 Estimada Señora Díaz Pérez:

Me dirijo a usted por segunda vez para explicarle mi situación, al igual que al resto de la Ciudadanía. En el mes de marzo de este año 2024,  me vi obligado a presentar la solicitud de Ingreso Mínimo vital, debido a mi precaria situación económica. Se me solicitaron una serie de documentos, los cuales fui aportando puntualmente. ¿Sabe por qué? PORQUE NO TENGO NI PARA COMER. Y sí, recalco esto porque mi situación es desesperada. Tengo la suerte de estar rodeado de personas maravillosas que me ayudan a diario y no me dejan caer porque me traen un plato de comida, me invitan a desayunar o a veces me prestan dinero. Otras me ofrecen algo de trabajo y compran mis libros. No obstante, los meses siguen pasando y la respuesta a mi solicitud fue negativa. Si, señora Díaz. Me han denegado el IMV. Y lo he reclamado. Porque lo necesito para sobrevivir. Y mi reclamación sigue en curso. Como un trámite más. Porque para ustedes, que se les llena la boca hablando de escudo social, nosotros somos un número. y no, señora Vicepresidenta, no. Detrás de cada solicitud hay personas DESESPERADAS  porque no tienen un bollo de pan que darle a sus hijos. No es un capricho baladí solicitar esta ayuda, no. Se hace porque se necesita. Se hace porque duele mucho un frigo vacío o el cúmulo de facturas impagadas. De nada sirve que se paguen los atrasos. Se agradece, eso sí, pero de nada sirve cuando el hambre aprieta y la desesperación se viene a vivir a casa. No podemos esperar meses, o incluso años,  la resolución de un trámite. Porque no es un mero trámite. Es mucho más. Y ustedes no están haciendo absolutamente nada por revertir la situación. De cara a la galería, todo es muy bonito, pero de puertas para adentro no es así. Desconocen la realidad social, esa que necesita ser protegida con urgencia. Esa que ve pasar los días mientras el dinero se acaba, el frigo se vacía y las facturas sin pagar aumentan. Deberían volver a pisar la calle, hablar con la España real, escucharles y sentarse en la mesa de alguien que hace el esfuerzo de echar un puñado más de garbanzos para ese vecino, amigo o familiar que lo está pasando mal.

Un cordial saludo, 

Gabriel Díaz Barragán

jueves, 27 de enero de 2022

Carta abierta a Juan del Val, Pablo Motos y El Hormiguero

Señores Motos, del Val y el resto de colaboradores de El Hormiguero:

Permítanme que me dirija a ustedes con el respeto que no desean demostrar a los niños y niñas de altas capacidades, a sus padres y al resto de la sociedad, puesto que los han usado como blanco de burlas en horario de máxima audiencia, sin importarles lo más mínimo sus sentimientos o circunstancias personales. Han aprovechado su programa para hacer apología de algo tan grave como es el acoso escolar porque son niños con necesidades específicas de atención educativa y los ven como una moda. Que no tengan la más mínima idea de lo que son las altas capacidades puede resultar comprensible porque no les ha tocado de  cerca y/o estén muy ocupados para prestarles atención. Se les llena la boca diciendo que hay que luchar contra la lacra del acoso escolar, pero aprovechan el más mínimo resquicio para colar sus burlas a niños y niñas que sufren la marginación del sistema, sus propios compañeros y profesores. ¿Saben ustedes algo sobre este tipo de necesidades especiales de atención educativa? Mucho me temo que no. Porque de haber leído lo más mínimo o haber hecho una simple llamada de teléfono hubieran tratado el tema de manera diferente. Y ya no se trata de esta peculiaridad de nuestros hijos. Se trata de la burla de una cosa tan grave como el acoso escolar, que mata. Sí, señor del Vals, señor Motos. El acoso escolar mata. Porque el suicidio de una víctima de esta lacra es un asesinato en diferido. Hágame un chiste al respecto, don Pablo. ¿Se atreve? Veo que no. La audiencia se le echaría encima. Sin embargo, con nuestros hijos, no hay reparos en usarlos como blancos de burlas por la característica que los hace especiales. O mejor dicho diferentes. Pero no tienen en cuenta una cosa. Que se están burlando de niños. Una vez más usan a los más débiles como blanco de sus mofas y su crueldad. ¿Qué sabrán ustedes del sufrimiento de los más pequeños de la casa, y por ende de sus padres? ¿Han olvidado cuando eran ustedes las víctimas de los acosadores? ¿O acaso su papel era el del opresor? Porque en ese caso entendería ese debate que tantas risas les provocaba... Por eso escribo esta carta abierta. Para expresarle mi más absoluto y profundo rechazo a sus palabras y el tono socarrón de las mismas. Es intolerable que se blanquee algo tan serio como el acoso escolar y por ello les exijo unas disculpas y una rectificación inmediata. ¿Cómo le sentaría, don Pablo que una de sus hijas sufriera acoso escolar y que le restasen importancia al tema? Nadie, absolutamente nadie, debe consentir que los niños sean víctimas de los abusos y la crueldad de las palabras de un comunicador. Y ahí es donde entra su labor. No todo vale para generar audiencia y obtener rédito televisivo, máxime cuando el respeto a las personas se pierde. Porque entonces también se deja atrás la profesionalidad. Háganselo mirar.

Reciban un cordial saludo,

Gabriel Díaz Barragán

 


martes, 2 de octubre de 2018

A vueltas con el feminismo

Hoy voy a escribir sobre el feminismo. Muchos me tildarán de loco con la que está cayendo, y otros u otras(recalco bien lo de otras) me insultarán porque soy un hombre blanco heterosexual que habla sobre feminismo. Y es precisamente este punto de inflexión el que me hace reflexionar sobre el asunto que nos atañe. Porque estoy cansado de ver que se ha desvirtuado la idea feminista y en la forma en la que se ha hecho.
Pero antes de entrar en consideraciones, convendría recordar qué es el feminismo. Según nos dice la Wikipedia en el primer párrafo de su entrada, el feminismo es un conjunto heterogéneo​ de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que tiene como objetivo la búsqueda de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y​ de los roles sociales según el género.​
Sin embargo, de una temporada para acá, eso que nos venden como feminismo, dista mucho de esta definición, puesto que se ha convertido en una idea de dominación sobre el hombre. Se ha impuesto el lenguaje inclusivo y se ha adoctrinado en él, sin pedir permiso para ello. Una deformación del lenguaje en el cual se llega a extremos tan ridículos como darle género femenino a la palabra libro, inventar la palabra miembras o portavozas, o comenzar una campaña de acoso y derribo contra la RAE por el uso machista del lenguaje, cuando la Academia sólo recoge su uso y trata de que se emplee de manera correcta.
Y no sólo eso, sino que en un interés revanchista, imponen cuotas y listas paritarias, sin importar la valía de las personas que vayan en las mismas. Se le da preferencia a la mujer frente al hombre por el simple hecho de serlo. Es más, diría yo que se ha creado una discriminación hacia el hombre, sólo por haber nacido varón, repitiendo los errores que tanto se critican y condenan. Y no, señoras y señores. no. Esto no es feminismo. El feminismo es una cosa mucho más seria. No es un quítate tú para ponerme yo, ni un odio irracional a aquellas palabras que terminan en o y no en la vocal a.
 El feminismo es una lucha por la igualdad real, por el reconocimiento de las personas, independientemente de su sexo. Tal como dice la Wikipedia en su primer párrafo, el objetivo feminista busca la eliminación y violencia de los varones sobre las mujeres, pero también cuando se produce al contrario. Porque el verdadero Feminismo quiere una igualdad real, sin roles sociales de género. ¿Hace esto lo que llaman feminismo? No. Impone, insulta, desprecia por el simple hecho de no ser mujer. Y es una verdadera lástima, porque se ha desvirtuado tanto la lucha por la igualdad y la equidad que no se entiende que hombres y mujeres somos compañeros en el trayecto de la vida.

martes, 29 de mayo de 2018

Adiós a Los Amarillos

El próximo tres de junio, la empresa de transporte Los Amarillos dejará de prestar servicios en la línea que cubría los trayectos entre Los Palacios y Villafranca y Sevilla, entre otras tantísimas. Por fin se terminan décadas de abusos, tácticas (presuntamente) mafiosas e incumplimientos de horarios. También se pone punto y final a la actitud chulesca y desafiante de la empresa, a la cual sólo le ha importado el importe de los billetes que los usuarios pagaban, aunque el servicio fuese pésimo y se echase de menos la limpieza y la higiene. Y es que, desde 1927, en Los Amarillos nunca se han hecho las cosas bien. El constante incumplimiento de los horarios y la falta de seriedad a la hora de prestar los servicios, se había convertido en una práctica habitual y era extraño que los autobuses saliesen a su hora. Es más, alguno de los chóferes decían sin pudor que era imposible que los horarios se cumpliesen, ya que la empresa no era el AVE(sic) y que era mejor hacerse a la idea de ello. Incluso se argumentaba que el transporte de viajeros era deficitario y que la empresa perdía dinero en algunas líneas, puesto que lo verdaderamente rentable eran las mercancías y paquetes. Cuando se rompió el contrato, la actitud de algunos de aquellos que estaban frente al volante llegó a ser hostil y desafiante. No sé si por orden de la empresa o por la presión constante de los usuarios que deseaban saber más o estaban cansados de la falta de formalidad, seriedad y compromiso de Los Amarillos. No ha sido extraño escuchar  que la cosa podía ir a peor o que se iba a echar de menos a la actual empresa. Eso por no hablar de quienes negaban el libro de reclamaciones e impedían el derecho a protestar.
Personalmente, tengo una lucha contra Los Amarillos que viene de lejos. De mi época de estudiante de Artes Aplicadas, allá por mitad de la década de los 90 del siglo pasado. Siempre he querido un transporte público y de calidad, puesto que creo que es algo necesario en nuestra sociedad. Sin embargo, me topé de bruces con los primeros abusos que, al igual que otros usuarios, sufrí por parte de la empresa. No se trataba del incumplimiento de los horarios o viajar hacinados como sardinas en lata, que también. Se trataba de un conductor: Juan Pozo Bellver, cuyos modos dejaban mucho que desear, pues tenía una actitud extremadamente agresiva. Tanto con los viajeros como en la carretera. A los primeros los trataba a base de insultos y desprecio por el simple hecho de acudir a Sevilla a estudiar o trabajar, con comentarios que podrían suponer delitos de difamación. La primera vez que reclamé a la empresa el comportamiento de este señor, recibí su primera amenaza: Dale gracias a Dios que trabajo en Los Amarillos, que si no, te rajaba el pescuezo. Una amenaza que siguió a muchas otras hasta que, una vez jubilado, me agredió tras haberme dicho que una vez se jubilase ajustaríamos cuentas. En la carretera, su conducción era agresiva y temeraria. Y aún así, terminó su vida laboral en la empresa, de la cual salió con todos los honores. De nada sirvieron mis reclamaciones, porque me vi solo ante el peligro. A la empresa no le importaron las quejas constantes ni se molestaron en averiguar qué pasaba.
Han sido muchas décadas, casi un siglo de abusos, acoso y otros despropósitos que, a Dios gracias, concluyen en unos días. Sólo deseo que la nueva empresa, Damas, actúe con la seriedad y el respeto que merecen  todos y cada uno de los habitantes de Los Palacios y Villafranca.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Ropero, el lugar de la humillación

Los que me conocéis, sabéis que no suelo hacer publicidad de negocios a no ser que me paguen por ello o exista una relación muy personal con los propietarios. Esto de comer a diario y pagar facturas es un grave defecto que tenemos los escritores. Pero bueno, la vida es así. Sin embargo, hoy nos ha sucedido algo tan vergonzoso y humillante que no me queda más remedio que compartirlo con vosotros y lograr que el resto se haga eco de lo sucedido. Hoy hemos estado mirando ropa por la calle Feria. Tenemos una celebración importante y nos apetecía vestir de manera especial. Dando un paseo, descubrimos a la altura del 37 de esa calle una tienda de ropa vintage, llamada Ropero. Muy pequeña y, aparentemente, muy acogedora. Nos dirigimos a su interior y, tras dar los buenos días, comenzamos a ver sus artículos. Mi pareja ve un corsé del que se enamora y empieza a ver de qué forma le puede combinar. A ella no le entra porque está obesa y pide ayuda a la dependienta, que no sabemos si es la dueña. Ya empiezan las malas caras y las pegas a si le está bien o no. Nieves, que es magnífica aportando soluciones, comienza a darlas para poder vestir la prenda. La persona que vende, empecinada en lo contrario y rogando que no se abra la prenda, puesto que le resultaría difícil volverla a abrochar. Más interesada en querernos fuera del local que en cerrar la venta, hace sentirse humillada a mi pareja por el simple hecho de ser una persona obesa. Jamás volveré a esa tienda, y mucho menos la recomendaré, puesto que esa actitud es intolerable en cualquier persona que esté al frente de un negocio. Al contrario. Será uno de los sitios no recomendados a la hora de comprar ropa. Porque antes que nada, el respeto es algo que no se ha de perder en ninguna circunstancia, y menos si se está al frente de un negocio. Ya sea de en propiedad o si se es un mero trabajador.

martes, 2 de mayo de 2017

Sobre el acoso escolar y sus consecuencias

Hoy es el día mundial contra el acoso escolar. Ya sabéis que soy contrario a los días específicos de cualquier cosa. Sin embargo, por fin se empieza a hacer visible esta lacra que se cobra tantas víctimas, vivas o muertas, a lo largo del año. Por mis circunstancias personales, sabéis que no puedo ser objetivo en este caso, puesto que yo fui víctima de lo que hoy se llama bullying. El caso más grave y notorio sucedió, ya lo sabéis, cuando tenía doce años, que un compañero me puso una navaja en el cuello y me dijo:
— Como no te estés tranquilito esta hija de la gran puta te la clavo en el pescuezo.
¿Y qué hicieron mis profesores, resto de compañeros y comunidad educativa? NADA. Tratarlo como cosa de niños. Unas cosas de niños que me han traumatizado de por vida. Tuve que dejar de asistir al colegio durante días por miedo a que Falcón(esta vez sí voy a dar nombres) cumpliese su amenaza. Como siempre, el vilipendiado es quien debe cargar con el peso de la humillación mientras que el agresor se vanagloria de su "triunfo".
Han pasado treinta y dos años desde aquel maldito episodio de mi vida. Los mismos que llevo esperando y exigiendo una disculpa por parte de aquellos que se dignaron a ver en una navaja en el cuello un asunto de niños, sin plantearse que aquello me marcaría de por vida ante su cómplice silencio.
Espero y deseo que, ya que se hace visible el acoso escolar, esta lacra termine porque NO SON COSAS DE NIÑOS. Esto es algo mucho más serio de lo que pueda parecer.

martes, 6 de septiembre de 2016

Carta abierta a Carlos Herrera

Señor Carlos Herrera:
Permítame que me dirija a usted con la corrección y el respeto que usted no ha tenido hacia los niños con altas capacidades, puesto que se ha reído de todos ellos sin ningún tipo de contemplación ni reparos. Para usted y los profesionales que trabajan en su equipo, los niños con algún tipo de superdotación o altas capacidades no son más que niños repelentes a los que sus padres consideran los más listos del mundo.
Déjeme decirle cuán equivocado está y lo poco que conoce el tema. Más que nada porque no se ha molestado en investigar un solo minuto de su tiempo el tema de las altas capacidades. Podría expicárselo por aquí, pero no creo que merezca la pena teclear para romper sus prejuicios y esquemas. Usted tiene una visión de superdotado que no corresponde a la realidad. Esa realidad a la que tenemos que enfrentarnos los padres que tenemos niños con altas capacidades. Y no es una bicoca, señor Herrera, no. Por eso no voy a consentir en ningún momento que infravalore a estos niños ni a sus padres. Y menos que haga apología de algo tan serio como es el acoso escolar. Ese problema que lleva a muchos niños a cargar con complejos durante el resto de su vida, si no terminan suicidándose. ¿Le hace gracia, Señor Herrera esto?
Ha caído muy bajo, don Carlos, al burlarse de tantísimos niños por el simple hecho de ser diferentes al resto o destacar en algún tipo de habilidad. Porque ya resulta demasiado duro consolar a tu hijo durante veinte minutos tras haber sido insultado a la salida del colegio, como para escuchar de un comunicador semejante sarta de improperios fáciles de definir con insultos y descalificaciones. Señor Herrera, permítame exigirle una disculpa pública y una rectificación de manera inmediata. Porque nuestros hijos no se merecen ser insultados ni acosados. Ni por sus compañeros, ni por los profesores o personal no docente, y mucho menos por un profesional de la comunicación como es usted.
Reciba un cordial saludo, además de perder la admiración que tenía por su trabajo,
Gabriel Díaz Barragán

martes, 26 de julio de 2016

Sobre la piratería y sus efectos

Hoy han vuelto a piratear mi libro por tercera vez en menos de veinticuatro horas. A mí. A un escritor que está muy lejos de ser considerado una estrella de la Literatura y cuya mayor parte de sus ingresos no está relacionada con la misma porque en este querido país nuestro es imposible vivir de la Cultura y la creatividad.
Lo triste es que ya me estoy acostumbrando a que, de vez en cuando, alguien de insulto fácil cuelgue mi obra sin permiso en nombre de la "cultura libre". Es cierto que comienza a ser habitual ver mi obra en páginas de descarga, pero eso no evita que me duela en lo más profundo de mi alma. Porque es mi esfuerzo. Porque son mis lágrimas. Porque son las horas que no le dedico a estar con mi familia....
Sé que muchos de vosotros descargáis de este tipo de páginas y no voy a criticaros por ello. Vuestros motivos tenéis. Pero sí os voy a pedir un favor. Cuando vayáis a hacerlo, pensad que no se trata sólo de un asunto pecuniario. Pensad en todo el esfuerzo que supone escribir un libro, grabar un disco o rodar una película. Recordad las horas que supone crear eso que váis a obtener a golpe de click sin el permiso de sus legítimos propietarios. Todo por el simple hecho de estar disponible de manera gratuita. Esa gratuidad que destruye puestos de trabajo, ilusiones y hace que mucha gente deje de crear y publicar porque piensa que no merece la pena hacerlo, ya que su trabajo no es valorado por el público

lunes, 11 de julio de 2016

Muerte de un torero

No me gustan las corridas de toros. Tampoco me molestan. Entiendo que es una salvajada que ha de desaparecer, pero no desde la prohibición, sino desde su propia extinción como pasó en Canarias, cuando se prohibieron porque no existía afición. Hace unos años, cuando se prohibió la Fiesta en Cataluña, una "amiga" me retiró la palabra entre insultos y descalificaciones porque me opuse a dicha decisión política. Esa misma "amiga" que insultó a mi padre y mi abuela por ser grandes aficionados a los toros, descalificaciones que no le permití en su momento.
Ayer murió un torero. En el combate entre astado y humano, Victor Barrio murió embestido por Lorenzo con tan sólo 29 años, dejando una madre desconsolada y destrozada de por vida. Y no sólo por la cornada que hirió mortalmente a su hijo. Sino por una serie de personas que se definen como "animalistas" y "amantes de los animales". Permitidme que entrecomille estas definiciones porque son inexactas, ya que se alegraron de dicho fallecimiento y enorgullecieron de sus opiniones haciendo gala de una extremista intolerancia que no se debe permitir. Si de verdad fuese así, amarían la vida por encima de todas las cosas. No la vida de un toro, una cabra, un perro o un gato sino la vida de todos los seres vivos por encima de todas las cosas.

jueves, 8 de enero de 2015

¿Merece la pena?

¿Merece la pena tener un trabajo mal considerado, desagradecido y mal pagado cuando se cobra? ¿Merece la pena ser la mosca cojonera de aquellos que ostentan el poder, entre ellos los políticos, a los cuales se les llena la boca de palabras en defensa de la Libertad de Expresión, cuando no dudan en enviar a la cárcel a aquellos que discrepan con ellos y todo lo que representan? ¿Merece la pena devanarte los sesos para plasmar tus ideas en un chiste, artículo de opinión o investigación y que termine olvidado en una carpeta en manos de los poderosos? ¿Merece la pena pasar noches en vela porque has sufrido amenazas de cualquier tipo?¿Merece la pena jugarte la vida porque a unos fanáticos intolerantes no les gusta que ejerzas tu trabajo libremente? La respuesta a todo esto es SÍ. Porque mientras otros siembran terror y usan sus rifles, pistolas y bombas para imponer sus ideas en base al miedo, el terror y la destrucción, nosotros usamos nuestras armas, que no son otras que un bolígrafo, un lápiz y una pluma, las cuales son capaces de crear ideas, arte y opinión.
Sirvan estas palabras para rendir mi más sincero homenaje a los fallecidos en el atentado al semanario satírico francés Charlie Hebdo y como condena de este atentado y todos los que en el mundo se perpetran en nombre de la religión, el odio o el racismo.