Cosas que uno no se espera

La larga travesía que este blog lleva realizando desde 2007 está siendo muy fructífera y gratificante, ya que me está sirviendo para sentirme realizado como persona y adquirir una experiencia impagable en todos los sentidos. Aún así, siempre suceden acontecimientos que se escapan. Algunos más tristes, otros más alegres, y otros sorprendentes e inesperados. Me siento muy orgulloso de dirigir una bitácora como la que estás leyendo, puesto que gracias a tí y tu apoyo hemos logrado superar las cuarenta y una mil visitas, y superar la media centena de seguidores. Es toda una satisfacción saber que han pasado los años y el proyecto se va consolidando, muy poco a poco, en esa carrera de fondo que mi querido amigo Pepe de la Rosa me comentó, el mismo culpable de que yo esté aquí, a diario, frikeando, opinando, reflexionando y compartiendo escritos, unos más serios, otros más personales, o incluso más literarios. Mi compromiso no cesa, ni mi responsabilidad para seguir ofreciendo contenidos de calidad. Hace unos años tuve un troll que no dejaba de molestar, y no hace muchos meses, alguien me invitó a arribar a puerto. Bien, estas dos personas no consiguieron su objetivo, ya que escribir es mi vida, y este blog forma parte de ella. Ver superadas las cuarenta y una mil visitas, cómo las estadísticas dicen que el número de lectores aumenta y los seguidores del mismo, son la mayor recompensa que pueda pedir. Por todo ello, muchas gracias.