jueves, 13 de enero de 2011

Primera víctima

Las palabras se repiten, la impotencia sigue intacta, y mi condena se hace aún más obligada, pues este recién estrenado 2011 ya se cobra su primera mujer asesinada a manos de su pareja o ex pareja. Como viene siendo habitual en estas columnas, las palabras se me atrancan, y sólo se me ocurre el insulto fácil, cuestionar la hombría del asesino, sin presunciones ni otras nimiedades o gilipolleces, porque me cansa escribir sobre ello, viendo que la sociedad no toma consciencia de esta lacra, este cáncer que se llama violencia de género. ¿Cuándo se dejará de entender el amor como posesión? ¿Cuándo se respetará que el amor no es eterno, y que puede acabarse? ¿Cuándo se aceptará que la otra persona ha dejado de sentir? o ¿cuándo se entenderá que si el amor no se riega, cuida y mima se marchita como una flor abandonada? Tantas preguntas sin respuesta, tantas situaciones que soy incapaz de entender, y mucho menos aceptar... El año pasado se alcanzaron unas cifras vergonzosas, y este año que comienza, la ignominia hace acto de presencia cuando apenas llevamos 10 días de recorrido. ¿Por qué coño no se educa para que se traten a las personas con respeto? Estoy hasta los cojones de ver cómo se fomentan los valores negativos en nuestro entorno, y se relegan a la burla y el olvido las buenas formas, la cultura o la comprensión. Si esto es evolución, que me dejen vetusto, anticuado y desactualizado.

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