Coge palomitas

Tal como te prometí en feisbuk, amigo Pumuky, cuelgo tu vídeo en mi blog, tras escuchar la letra del tema, la cual comparto y suscribo. Tengo una pequeña manía con los proyectos que empiezan, y es nunca desear suerte, pues soy de teatro, así que mucha mierda.
Te lo mereces.

Feminicidio

Hace unos cuantos días que le doy muchas vueltas a los asesinatos de mujeres en Cuidad Juárez, y no sé cómo abordar el post de hoy, pues el misterio rodea a esas muertes haría imposible dar una solución a tanta crueldad. Con un denominador común, a cientos de mujeres les ha sido arrebatada la vida ante la mirada impasible de las autoridades, y quién sabe si no con su complicidad. Son muchas las cruces rosas plantadas en los alrededores de esta ciudad mexicana, una por cada desaparecida. No quiero pensar, no me atrevo a pensar el tormento sufrido, ni el dolor de una madre que ve con impotencia cómo nadie le explica cómo ha fallecido su hija, y por qué ha sido así. Algo muy gordo se debe fraguar para que, desde que en 1993 desapareciese la primera niña, no se haya dado solución, y el macabro censo no deje de aumentar de una manera tan escandalosa como vergonzosa. Si bien es cierto que se trata de un problema local, la Comunidad Internacional se debería implicar y exigir una pronta solución, condenando a los culpables, por muy poderosos o influyentes que sean. No podemos tolerar que en pleno siglo XXI se cometan estas atrocidades y que sus responsables sigan impunes, con sus vidas, ajenos a una condena ejemplar.

La Naranja Mecánica

Me embargaba la emoción cuando me senté a ver La Naranja Mecánica, pues era la primera vez que la veía, y entraba en mi vida por la puerta grande, es decir, en el cine y en versión original. Era una película que tenía pendiente de siempre, pero era una prioridad, como tantos libros, tantos tebeos o tantas otras cosas. Hablar de este filme se antoja una tarea difícil y sencilla a la vez, pues no tiene nada que ver con lo que había visto anteriormente en mi vida, marcando un antes y un después en mi concepción y entendimiento del cine. A partir de ese momento, como dijo un amigo, empezó mi viaje de ida.
La Naranja Mecánica sería totalmente inviable en los tiempos actuales donde lo políticamente correcto nos invade, domina y manipula., pues la espiral de violencia que se desarrolla durante el metraje, y las posteriores críticas al poder establecido harían que nadie la produjese, o de estar rodada no encontrase distribuidora. Calificar el trabajo de Stanley Kubrick de obra maestra es quedarse muy corto, pues es un trabajo sublime, digno de un genio y difícil de igualar, y mucho menos de superar.